Esta noche se celebra la Vigilia Pascual, la celebración más importante para los cristianos porque en ella se espera la Resurrección de Jesucristo, principio y culmen de toda la doctrina cristiana.  San Agustín le llamó "La Madre de todas las Vigilias". Para celebrar esta noche tan especial en familia, la Arquidiócesis de Tucumán explica cómo preparar el altar y organizar la ceremonia.

La mesa del altar

Al altar familiar,  que tiene la cruz, la imagen de la Virgen y el Libro de la Palabra de Dios en el centro, le agregamos flores para adornar por la alegría de la Pascua, un recipiente con agua, signo de nuestro bautismo y una vela más grande en el altar. De ser posible, que cada integrante de la familia tenga una vela en su mano para recordar que Dios nos ilumina para que seamos luz en este mundo y en la sociedad. También se le añade una foto de la familia, para que en nuestro altar esté presente nuestra familia y las fotos o algún recuerdo del bautismo de algún miembro de la familia.

Celebración

Encendemos la vela del altar y cantamos “Esta es la luz de Cristo”.

Oración

El guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Todos responden: Amén.

Guía: Que la luz de Cristo, gloriosamente resucitado, disipe las tinieblas de la inteligencia y del corazón y nos haga antorchas encendidas del amor de Jesús. Que la alegría de la resurrección de Jesús esté con todos ustedes.

Todos: Y con tu espíritu.

G: Hoy como Iglesia-familia, iniciando este sábado pascual, pidamos perdón por nuestros pecados. Tu que nos iluminas con la luz de tu resurrección. Señor, ten piedad.

T: Señor, ten piedad

G: Tú que nos llamas a vivir como resucitados. Cristo, ten piedad.

T: Cristo, ten piedad

G: Tú das la alegría a los vivos y la vida a los muertos con tu resurrección. Señor, ten piedad.

T: Señor, ten piedad

G: Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. T: Amén.

A rezar juntos el Gloria


Guía: “Dios nuestro, que iluminas esta santísima noche con la gloria de la resurrección del Señor; acrecienta en tu Iglesia el espíritu de hijos de Dios para que renovados en nuestra vida te sirvamos en fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos”. T: Amén.

Se lee el Evangelio según San Mateo 28,1-10.

Reflexión

Esta noche la compartimos de una manera diferente, distinta, pero en familia. El dolor del viernes santo se transforma en “alegría”, Cristo ha resucitado y está entre nosotros con su presencia redentora. Donde dos o más se reúnen en mi nombre yo estoy en medio. Él está vivo y está entre nosotros. En nuestra familia. Hoy estamos aquí todos, por eso, mirando la foto, nos lleva a recordar que no estamos solos. Cristo ha Resucitado, está más vivo que nunca y nos llama a su amor.  En estos tiempos difíciles se nos presenta una esperanza, la esperanza viva que es Jesús, hoy venimos a Él y le pedimos que nos contagie de vida y esperanza. ¡Cristo está vivo y te quiere vivo!

Gestos

Con las fotos. Un integrante de la familia les pide a los demás que con la foto en la mano cuente : qué recuerdos lindos tiene de su familia,  cuáles han sido los momentos de Pascua, de paso de amarguras a alegrías, de momentos difíciles a realidades de luz y de alegría y qué le pide a Dios hoy por su familia.

G: te damos gracias, Señor, por darnos una familia y llenarnos de tu amor. Hoy la ponemos en tus manos.

Bendecimos el agua

Se pone el recipiente con agua en el centro del altar familia. La persona de mayor edad dice la oración de invocación sobre el agua. Bendito seas Dios, Padre todopoderoso, que creaste el agua para purificarnos y darnos la vida. T: Bendito seas, Señor.  

Guía: Bendito seas Dios, Hijo único, Jesucristo, que hiciste brotar de tu costado sangre y agua, para que por tu muerte y resurrección naciera la Iglesia. T: Bendito seas, Señor. G: Bendito seas Dios, Espíritu Santo, que ungiste a Cristo al ser bautizado en las aguas del Jordán, para que todos fuéramos bautizados en ti. 

T: Bendito seas, Señor.

G: Señor, escúchanos y santifica esta agua creada por ti, para que los bautizados en ella sean purificados del pecado y renazcan a la Vida de hijos adoptivos tuyos. T: Escúchanos, Señor. G: Santifica esta agua creada por ti, para que los bautizados con ella en virtud de la muerte y resurrección de Cristo, sean una fiel imagen de tu Hijo. 

T: Escúchanos, Señor. 

G: Te suplicamos, Padre Todopoderoso, que santifiques esta agua creada por ti, para que los renacidos por el bautismo hagamos crecer tu pueblo santo. 

T: Escúchanos Señor.

Renovación de las promesas del Bautismo

G: ¿Renuncian al pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios? T: Sí, renunciamos. Guía: ¿Renuncian a los engaños del mal, para no ser esclavos del pecado?T: Sí, renunciamos. Guía: ¿Renuncian al Demonio, que es el autor del pecado? 

T: Sí, renunciamos.

G: ¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? T: Sí, creemos. G:¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de la Virgen María, padeció y fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? 

T: Sí, creemos. 

G: ¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la Vida eterna? 

T: Sí, creemos. 

G: Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia la que nos gloriamos de profesar y que renovamos en esta Pascua en Jesucristo, nuestro Señor. Amen.

Gesto bautismal

Cada uno pone su mano en el agua bautismal y se santigua, recordando el día de su bautismo y diciendo en voz alta: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Gracias, Señor por tu amor!

Oración de los fieles

Cada uno de la familia dice una oración y los demás responden

A cada intención respondemos: “Te lo pedimos, Señor”

-  Que el Señor dé fortaleza al Papa, a nuestro obispo, sacerdotes y consagrados para guiar siempre en la unidad a todos los que somos parte de esta familia que es la Iglesia. Oremos.

-  Por nuestra Patria, para que el Señor nos ayude a concientizarnos como sociedad que debemos cuidarnos los unos a los otros, saber que cuidándonos es el mejor aporte que hacemos. Oremos.

-  Por los pobres y carenciados, aquellos que en estos días no tienen para saciar sus necesidades, para que nuestra mano solidaria los asista y no pasen necesidad. Oremos

-  Por los que trabajan en la salud, en los negocios de alimentos y remedios, en el transporte, etc. para que el Señor los cuide de todo mal y de toda enfermedad. Oremos

-  Por los que padecen coronavirus y dengue y otras enfermedades, para que los mantenga firmes en la fe, el Señor de la esperanza. Oremos

-  Por nuestros hermanos difuntos, para que el Señor los tenga en su gloria. Oremos

Podemos poner las intenciones que deseamos

G: Juntos hagamos la Oración que nos enseñó Jesús:  se reza el Padrenuestro.  

Comunión Espiritual

Debe leer alguien de la familia: “ A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito, que se abandona en su nada y en tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. Mientras aguardo la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en mi espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, te amo. Que así sea”

Gesto de la luz

Uno de los padres toma la velita y hace esta oración: Concédenos, Dios todopoderoso, que la luz de tu Hijo, que nos ilumina en el tiempo, llegue a iluminarnos y protegernos un día en la eternidad de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.  

Luego compartimos la velita, pasándonos entre cada uno de los integrantes: diciendo: ¡Cristo está vivo y te quiere vivo! Gracias por ser luz, iluminá a los demás.

Compromiso

Cada uno anota  en qué va a servir a la familia en estos días de aislamiento. Todos juntos como familia pensar y decidir a qué familia o persona del barrio vamos a ayudar solidariamente en esta semana.

G: El Señor nos bendiga en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen

G: Le rezamos a la Virgen tres Avemaría: por las familias de Argentina, por los sacerdotes y las vocaciones y por el fin de la pandemia.

Se termina con un canto a la Virgen o el Ave María.